Al igual que lo hace la Porsche Mobil 1 Supercup en Europa, este fin de semana el Porsche Sprint Challenge servirá de apoyo a la Fórmula 1 durante el Gran Premio de Miami. Varios latinoamericanos aspiran a la victoria.
En la segunda fecha del campeonato monomarca estadounidense estarán corriendo con los Porsche 911 generación 992, el puertorriqueño Sebastián Carazo, el dominicano Efrín Castro y el canadiense de origen cubano Pedro Torres. El también dominicano Jimmy Llibre afrontará el reto con un 911 generación 991.2.
En la clasificación de pilotos para el Porsche Sprint Challenge North America disputado por los 911 (992), Carazo llega a Miami en segundo lugar con 96 puntos, cinco menos que el estadounidense Grant Talkie.
“Realmente estoy muy emocionado por tener la oportunidad de correr junto a la Fórmula 1 por segunda vez, pues ya lo había hecho hace unos tres años en Montreal”, dijo Carazo. “Todos los ‘fiebrudos’ de la isla están muy pendientes y me animan mucho”.
Castro marcha cuarto en la clasificación de pilotos con 90 unidades y viene de ganar el fin de semana pasado en Laguna Seca, en la Porsche Carrera Cup North America.
“Las dos carreras del fin de semana se van a correr con mucho calor y a nivel del mar, lo cual les dará mucha potencia a los motores”, dijo Castro. “Si logramos poner bien a punto el auto, en lo cual el equipo Kelly Mosses muy bueno, creo que tendré muy buenas posibilidades de conseguir una victoria”.
Por su parte, Llibre es decimosegundo con 74 puntos, 22 menos que el también estadounidense Justin Piscitell, quien es el actual líder en la categoría de los 911 (991.2) del Porsche Sprint Challenge North America.
“En Miami disputaremos nuestras tercera y cuarta carrera de la temporada”, dijo Libre. “Yo ya conseguí un cuarto lugar en la última carrera en Sebring y mi objetivo es poder subir al podio y seguir sumando experiencia para llegar a la Porsche Cup North America el próximo año”.
La pista
El trazado donde serán disputados el Porsche Sprint Challenge y el Gran Premio de F1 de Miami se encuentra en los terrenos del Hard Rock Stadium (al noroccidente de Miami), tiene 19 curvas y mide cinco kilómetros y 412 metros (3,363 millas).
“Es una pista nueva a la que todos los pilotos llegamos sin haber podido hacer pruebas en ella o en el simulador”, dijo Carazo. “De manera que nos tenemos que adaptar lo más rápido posible”.
Seguramente en esa adaptación está la clave para lograr un puesto en el podio en este reñido campeonato en la que los autos de cada categoría, las gomas y hasta el combustible son iguales para todos los equipos. Es la destreza de los pilotos la que marca la diferencia.
