Si hay un número redondo que significa la perfección y el equilibrio ése es el 10, una cifra que, tanto para los filósofos de la antigua Grecia, hasta los adeptos actuales de la numerología, tiene un significado especial. Para Laia Sanz no es menos. Desde que rompió la barrera del décimo puesto de una mujer en la clasificación absoluta del Rally Dakar en 2015, superar esa marca se ha convertido en su objetivo soñado. Volver a estar entre los 10 mejores es para ella lo mismo que una victoria absoluta. En la edición 2020, la piloto de Soficat Xerox cumplirá su décima participación y buscará, además de ese resultado, terminar su décimo Dakar consecutivo y cerrar un círculo perfecto.
Lo hará tras superar la aparatosa enfermedad (la Fiebre Q combinada con el virus de Epstein-Barr) que la dejó fuera de combate durante casi toda la temporada 2018 y puso en jaque hasta el último momento su participación en el Dakar 2019. Sin estar plenamente recuperada físicamente, cogió el avión en el último momento para plantarse en Perú y tratar de aguantar hasta la meta. No sólo lo consiguió, sino que lo hizo en una increíble 12ª posición (acabó 11ª pero la retirada de una penalización impuesta a Kevin Benavides finalmente le hizo perder un puesto). Con ese resultado igualaba su segunda mejor clasificación en el rally más duro del mundo, una muestra más del aura de heroína que le ha valido el sobrenombre de “Reina del Dakar”.
“No quiero ni acordarme de cómo estaba hace un año. Fue el peor momento no sólo de mi carrera, sino también de mi vida. No valoramos la salud que tenemos hasta que nos sucede algo. Lo pasé muy mal, también psicológicamente, porque no estoy acostumbrada a estar parada, y tener que ir del sofá a la cama y de la cama al sofá durante meses fue muy duro. Me costó asumir el hecho de no saber muy bien cuándo me recuperaría. Cuando tienes una lesión, más o menos te haces una idea de cuánto tiempo vas a estar parada, y en este caso no fue así. No sabía si llegaría a tiempo para el Dakar y si volvería a hacer vida normal. Al final, todo salió bien y estoy muy contenta por ello, pero estar en la línea de salida fue muy complicado. Terminar y hacerlo tan arriba me sorprendió mucho a mí misma”, recuerda.
Ahora, tras haber recuperado poco a poco parte de su tono físico, Laia Sanz tratará de seguir sorprendiéndose y sorprendiendo a los demás, porque antes de empezar nunca peca de exceso de optimismo: “Se me hace difícil hacer un pronóstico del resultado, porque nos espera un Dakar muy desconocido para todos. Seguramente será el año en el que habrá más nivel. Hay muchas marcas y muchos pilotos top, con una nueva generación que está apretando muchísimo. Cuando veo la lista de inscritos se me hace un poco difícil pensar que pueda estar entre los 15 primeros, pero eso pasa un poco cada año. En velocidad pura no puedo luchar contra muchos pilotos, pero si nos encontramos un Dakar largo, con navegación, en el que pasen cosas, y hago un planteamiento inteligente, puedo aprovechar para volver a estar en el top 15 y quién sabe si más adelante”.
Aunque para ella, “el primer objetivo es llegar a la meta”. Acabar un Dakar nunca es fácil y “por suerte, lo he podido hacer en todos los que he disputado. Espero lo mismo de éste, aunque también me gustaría conseguir un buen resultado y seguir en la línea de los últimos años”.
Una de las novedades para Laia Sanz será el reciente cambio de marca. Después de competir durante las últimas cinco temporadas con KTM, cuando el próximo 5 de enero arranque el Dakar 2020 en Arabia Saudí, pasará a convertirse en la punta de lanza de la marca española GasGas. “Es un gran cambio. GasGas ha entrado a formar parte del grupo KTM y para mí es un honor que me hayan elegido para ser embajadora de la marca. Es una etapa ilusionante para mí y creo que en un futuro me puede aportar proyectos muy interesantes”, explica.
Por su parte, Soficat Xerox seguirá en 2020 por cuarto año con la 18 veces campeona del mundo. “Admiramos mucho a Laia y nuestra relación va mucho más allá de un patrocinio. Ha sido un año muy duro para nosotros y quizá una multinacional hubiera decidido dar marcha atrás, pero Soficat Xerox hemos decidido seguir apoyándola igualmente porque consideramos que se lo merece. Esperamos que cumpla con su objetivo de acabar en el top 15, pero si puede entrar entre los 10 primeros, mejor que mejor”, según ha explicado Gerard Sicart, Director General de Soficat Xerox. Por segundo año, la empresa de servicios de impresión también pondrá su imagen en la moto de Laia Sanz, esta vez la GasGas RC 450F.