A sus 31 años, Jaume Betriu se ha convertido en la gran sorpresa del pasado Dakar 2020 en la categoría de motos. El cuatro veces campeón de España de Enduro ha finalizado 14º de la general, segundo mejor español y primer ‘rookie’. Este martes, el piloto de Coll de Nargó (Lleida) ha sido homenajeado por parte de su patrocinador Athena Motor Ibérica, filial en nuestro país de la firma italiana especializada en la distribución de recambios y equipaciones en el sector de la motocicleta.
“Estoy muy contento porque mi objetivo era disfrutar de esta carrera, acabar y aprender al máximo día a día. Lo que no me esperaba era finalizar en el top 15… Llegué con muy poca experiencia en rally y sin saber lo que me iba a encontrar. No me había marcado ningún objetivo de posición, aunque sí tenía claro que quería mejorar cada día, aprender, no perderme, conseguir feeling con la velocidad y la navegación. Ha sido una buena carrera para mi”, ha explicado Betriu.

La clave de su éxito, además de su incuestionable nivel como piloto, ha sido su rápida adaptación a la modalidad del rally raid, procedente del mundo del enduro. “Estoy contento con el cambio de chip. Soy un piloto tranquilo y esa calma me ha permitido pasar dos semanas buenas sin arriesgar mucho, ni apretar al 100% cada día como hacemos en el enduro. Busqué la regularidad consciente de que el Dakar es una carrera muy larga, sin arriesgar más de lo debido y, al final, todo salió bien”, ha reconocido.
Durante las dos semanas de competición, Betriu se ha integrado perfectamente en el campamento, gracias a su espíritu de colaboración. “Me ha sorprendido el buen ambiente entre los participantes, he hecho buenas amistades y me han ayudado mucho como novato. Considero que la solidaridad es uno de los aspectos importantes del Dakar y yo no dudé ni un instante en pararme a ayudar cuando me encontraba a pilotos en apuros, por caídas o averías. Es una gran virtud de esta carrera”, reconoce el ilerdense, que en el pasado 1.000 Dunas fue galardonado con el Premio Fair Play Riders, tras ayudar a 15 pilotos de moto a salir del barro en la última jornada.

De su primer Dakar, confiesa que “se me ha hecho muy duro de cabeza, sobre todo la segunda semana. La primera disfruté y aprendí muchísimo, con un recorrido bonito, muy variado, con pistas, dunas, navegación… La segunda parte, en cambio, ya fue más rápida y muy difícil de llevar, especialmente tras el fallecimiento de Paulo Gonçalves, sin duda lo peor de esta edición. A partir de ahí, hubo un cambio radical en la mentalidad de los corredores y, sobre todo los de moto, teníamos ganas de acabar pronto”.
Se da la circunstancia que Jaume Betriu forma pareja sentimental con Laia Sanz, que ha hecho historia al finalizar el Dakar por décimo año consecutivo. “Es una piloto increíble y sus consejos me han servido de gran ayuda en mi debut, sobre todo para saber superar los momentos más duros de la segunda semana. Sólo ella es capaz de lograr gestas así, sin dejar nunca de luchar. Estoy encantado de haber compartido este Dakar con ella”, reconoce.
