La historia del Dakar se escribe a menudo como una sucesión de ciclos de dominación que ejercen tanto los pilotos como los fabricantes que logran dejar su huella en la prueba. Los años 2000 se asocian con el dominio aplastante de Mitsubishi, que atesora la mayor secuencia de victorias de la carrera (9 títulos en 11 años, de los cuales 7 de manera consecutiva). Los Volkswagen dominaron cuando el rally llegó a Sudamérica (2009-2011). Después, los Mini del Team X-Raid tomaron el testigo, acaparando victorias hasta 2015. Y al final, volvió el turno de Peugeot, que no tardó en reencontrarse con la senda del éxito para protagonizar, gracias a su dream team, un segundo reinado después del ya vivido en los años 80. Este año, la marca del león ya no forma parte del juego, y su marcha ha provocado numerosos cambios en el tablero. Los estómagos frustrados podrán pelear por el festín que las fieras llevaban tres años acaparando: tres títulos devorados por los felinos (uno de ellos con un pódium 100% Peugeot) y 25 etapas en el palmarés acumulado de Peterhansel, Sainz, Loeb y Despres
